Un nuevo troyano «secuestrador de archivos» está haciendo de las suyas, como alerta BitDefender, consiguiendo que los usuarios asustados terminen pagando 80 dólares por una supuesta herramienta de reparación que no es tal.
No es la primera vez que los ciberdelincuentes hacen uso de este tipo de engaños para obtener ingresos, y muchos de nuestros lectores lo han puesto de manifiesto con sus comentarios en nuestro blog. Por ello reproducimos aquí los consejos de la compañía para librarse del troyano: reiniciar el sistema en modo seguro o restaurarlo y desde la nueva sesión escanearlo con un antivirus que localize la amenaza y la elimine.
Recordemos que el troyano oculta tanto las carpetas como los archivos que se encuentran en nuestro disco duro, de manera que aparentemente desaparece toda nuestra información, con la consiguiente alarma. Además, este malware deshabilita algunas combinaciones de teclado, por lo que al pulsar los consabidos Control+Alt+Supr no se obtiene el resultado esperado.
Como este troyano actúa en conjunción con un gusano que afecta a memorias extraíbles, el equipo del usuario entra en un bucle del que aparentemente es imposible salir: el gusano se renombra como las carpetas de la memoria infectada añadiendo una extensión .exe, de manera que se vuelve a ejecutar cada vez que el usuario hace doble clic en cualquier carpeta de la unidad infectada y vuelve a iniciarse la ejecución del troyano.
La resolución del problema pasa, por tanto, por desconectar y analizar uno a uno cada dispositivo de memoria que conectemos habitualmente a nuestro equipo, ya sea una llave USB, un disco duro portátil, cámara, reproductor MP3, smartphone o tablet.
Por supuesto, nunca debemos pagar por la herramienta de reparación que nos ofrece el malware, ya que, además de perder el dinero, podemos poner en peligro el medio de pago que utilicemos para llevar a cabo la transacción.
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